11.8.12

La obsesión de Natalia Litvinova: Esenin




Hoy, por primera vez para este blog, Natalia Litvinova traduce un poema de Esenin y abre su propia infancia en una nota de la traductora.




AL PERRO DE KACHALOV

Dame tu pata, Jim, para la suerte,
una pata así no había visto antes.
Ladremos juntos bajo la luna
en este día tan silencioso y tranquilo.
Dame tu pata, Jim, para la suerte.

Por favor, querido, no te lamas.
Entendamos juntos esto que es simple.
Vos no sabés lo que es la vida,
no sabés lo que cuesta vivir en este mundo.

Tu dueño es amable y famoso,
suele recibir muchos invitados,
y todos, sonriendo, quieren
tocar tu piel de terciopelo.

Tu belleza perruna es irresistible,
tan confiable, amistoso, agradable
y sin preguntarle nada a nadie,
besás a todos, como un amigo borracho.

Mi querido Jim, entre esas visitas
hubo invitados de todo tipo.
¿Pero aquélla, la más callada y triste,
por casualidad no pasó por acá?

Ella vendrá, te lo prometo.
Y si no estoy cuando suceda,
lamele por mí su mano tierna
por todo lo que fui y no culpable.



N. de la T.

Mi obsesión por Sergei Esénin comenzó a los 7 años: en el colegio nos pidieron memorizar un poema para después recitarlo en frente de toda la clase. Para esa época, la entonación, la poesía, la buena pronunciación y la belleza de la caligrafía, eran aspectos de suma importancia. Yo elegí un poema de Esénin,  no lo conocía, pero lo vi en una foto, la melancolía alegre de sus ojos, la vastedad del campo en él.

Mi madre y yo nos sentamos en el sillón, recuerdo todo perfectamente, y ella comenzó a leerlo con delicadeza y amor. Vi amor en sus gestos e intuí que la poesía no era una acumulación de palabras sino un organismo vivo.

Debo aprovechar esta oportunidad entonces para confesar que la primera vez que me enamoré fue de un poeta que ya  había muerto, así como la pequeña Marina Tsvetáieva se enamoró de Pushkin. Después descubrí que mi amado fue el poeta de la aldea, que su valentía era tan grande que no cabía en su único cuerpo y que su ansiedad por vivir no respetaba las fronteras de la vida.

Vuelvo al sillón que ya no existe. Mis ojos juegan a revivir las escenas de los cuadros que decoran las paredes de la sala, mientras  mi boca musita un poema en ruso que años más tarde repetirá en español.



Versión y nota: Natalia Litvinova



СОБАКЕ КАЧАЛОВА

Дай, Джим, на счастье лапу мне,
Такую лапу не видал я сроду.
Давай с тобой полаем при луне
На тихую, бесшумную погоду.
Дай, Джим, на счастье лапу мне.

Пожалуйста, голубчик, не лижись.
Пойми со мной хоть самое простое.
Ведь ты не знаешь, что такое жизнь,
Не знаешь ты, что жить на свете стоит.

Хозяин твой и мил и знаменит,
И у него гостей бывает в доме много,
И каждый, улыбаясь, норовит
Тебя по шерсти бархатной потрогать.

Ты по-собачьи дьявольски красив,
С такою милою доверчивой приятцей.
И, никого ни капли не спросив,
Как пьяный друг, ты лезешь целоваться.

Мой милый Джим, среди твоих гостей
Так много всяких и невсяких было.
Но та, что всех безмолвней и грустней,
Сюда случайно вдруг не заходила?

Она придет, даю тебе поруку.
И без меня, в ее уставясь взгляд,
Ты за меня лизни ей нежно руку
За все, в чем был и не был виноват.




LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...